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MONÓLOGOS

Democracia, mentir y el carnet de conducir

Quiero que mi hijo entienda que sólo quien dice la verdad, se responsabiliza de sus actos y asume su realidad, está en condiciones de tomar las riendas de su futuro. Él no comprende porqué cuando a los políticos americanos se les pilla en una mentira tienen que dimitir, le he explicado que desde mi punto de vista es porque los gobernantes que mienten son un peligro para el Estado, ya que para conducir hay que ver la carretera.

“Así que ya lo sabes hasta que no dejes de mentir no tendrás carnet de conducir”, le he dicho para motivarle.

Últimamente, le interesan las noticias de carácter político, creo que su conciencia social está comenzado a despertar al mismo tiempo que sus hormonas.

“¿Y en España por qué no dimiten?” me ha preguntado extrañado.

“Porque no los obligamos. En Estados Unidos dimiten por dignidad, saben que si no lo hacen los van a echar del cargo igual”.

“¿Y por qué aquí no se les obliga?”

“No lo sé, quizás está democracia ha nacido tarada. Espero que tú lo hagas, hijo”, le dije para que se callara, pero ni por ésas.

“¿Tarada?”

“Tarada, deficiente, anormal, miedosa, cobarde, inmadura, contaminada, extasiada…”.

Si no me hubiera interrumpido todavía estaría buscando sinónimos de raro porque ni yo sé qué es lo que nos está pasando en España.

“¿Una democracia puede ser tarada y estar extasiada?”

“No lo sé. Estoy segura que si dejas de mentir a lo mejor cuando seas mayor tú serás capaz de arreglarla, ja, ja”, me reí malévolamente.

“¿Por qué te ríes?”

“Porque te veo muy interesado en la bronca nacional. ¿Qué pasa es que quieres ser presidente del Gobierno?”

No supe interpretar ese nuevo gesto que le descubrí: arruga la boca y el entrecejo al mismo tiempo, creo que está perdiendo el sentido del humor antes de tiempo. 14 de febrero 2009

Concha R. Canfrán, periodista, Resevados derechos de propiedad intelectual. Contacto: canfran@conajo.es ó conrodricanillas@yahoo.es Tfno+034- 616890855